FEDERICO FELLINI
UN CINE CON MAYUSCULAS
Federico Fellini, oriundo de Rimini, nace un 20 de enero de 1920 y fallece en Roma, un 31 de octubre de 1993). Fue un inolvidable director y guionista del cine italiano, con relevancia internacional por su talento, personalidad y estilo propio y defidido.
Su primera película fue Lo Sceicco Bianco ("El jeque blanco")(1951), con Alberto Sordi, escrita por Michelangelo Antonioni y Ennio Flaiano. Durante el rodaje, Fellini conoció al magistral Nino Rota, el músico que lo seguiría por el resto de su carrera.
Además de dirigir películas, también escribió guiones para la radio, películas (principalmente para Rossellini) y secuencias cómicas para actores conocidos como Aldo Fabrizi. Fellini también produjo varios dibujos (principalmente en lápiz sobre papel), a menudo retratos cómicos. Fue con estos trabajos que el joven Fellini conoció el cine: su primer éxito fue como dibujante publicitario para películas.
Avanguardista durante el Fascismo, sus primeras obras fueron para la Alleanza Cinematografica Italiana (ACI), una compañía productora de Vittorio Mussolini, hijo de Benito Mussolini, a través del cual conoció a Roberto Rossellini.
En 1944, tras la caída del Fascismo en una Roma apenas liberada de las tropas armadas, abrió una tienda de retratos y caricaturas, "The Funny Face Shop". El mismo año comenzó su contribución a la película más emblemática del cine italiano de posguerra: Roma Città Aperta ("Roma ciudad abierta"). Fellini también escribió guiones para otros directores reconocidos como Alberto Lattuada, Pietro Germi y Luigi Comencini.
La actriz Giulietta Massina con quien Fellini se había casado en 1943, protagonizó varias de sus películas ( "Almas sin conciencia", "Las Noches de Cabiria", "La Strada", "Giulietta de los espíritus" o "Ginger y Fred").
Otro actor que aparece constantemente en sus filmes es Marcello Mastroianni, quien estudiaba actuación en la misma escuela que Massina, y que fue gran amigo del director. De hecho, Mastroianni aparece en algunas de sus películas más importantes, siempre interpretando el papel principal, entre ellas “La Dolce Vita” y “Ocho y medio”. Fellini trabajó también con actores como Roberto Benigni, Alberto Sordi, Anita Ekberg o Sandra Milo.
Los guionistas con los que siempre trabajó,Bernardo Zapponni, por ejemplo, lograron encontrar el cauce perfecto para que la enorme personalidad de Fellini llegara a asomar a través de sus películas.
Hay tres momentos en la filmografía de este director: Sus inicios, en constante coqueteo con la corriente neorrealista predominante en el cine italiano de los 40 y 50, y en aras de encontrar un estilo propio que le definiera como creador; la etapa de resonancia internacional y conquista de las taquillas de medio mundo "La dolce vita", "Julietta de los espíritus”, "El Satiricón", "Amarcord"; y la época de madurez, marcada por su distanciamiento con la crítica y por su pérdida de rentabilidad masiva de cara al mercado coincidiendo con el final del cine de estructura clásica en los 70.
Sin embargo es, en este momento, cuando Fellini se vuelca en hacer obras más pequeñas y personales, con menor presupuesto pero de envergadura artística, y es en estas obras en las que un buen aficionado a su cine encontrará muchas de las claves que definen al realizador.
Símbolo de un nuevo lenguaje cinematográfico, Federico Fellini sigue deslumbrándonos con sus films llenos de sublimes matáforas y simbologías.
Ricardo A. CARRASQUET
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