jueves, 2 de octubre de 2008

- LEGISLATURA -




A 77 AÑOS DE SU APERTURA


El Palacio Legislativo


UN PARADIGMA EDILICIO DE LA CIUDAD



El 18 de Noviembre de 1926 es colocada la piedra fundamental por el entonces Presidente de la República, Dr. Marcelo T. de Alvear; sin embargo, la finalización de la obra demandará cerca de cinco años.





El 3 de octubre de 1931 se inauguró el Palacio del Concejo Deliberante, también conocido como el edificio de la Sala de Representantes, donde hoy sesiona la Legislatura porteña

El edificio se emplaza entre las calles Hipólito Yrigoyen, Diagonal Julio A. Roca y Perú. La vista conforma un triángulo de grandes dimensiones cuya compacta volumetría exterior se ajusta a los límites del terreno y solo se distingue del resto de tejido urbano por la torre del reloj.





Las fachadas articuladas a través de un basamento, los tres pisos unidos por un orden monumental de columnas terminadas en una gran cornisa y el piso ático adornado con esculturas, recrean ciertos modelos clásicos franceses.

El conjunto se completa al incorporar al edificio principal la construcción anexa, cuyo diseño original fue concebido para uso residencial.
Los trabajos de obra comienzan recién en 1927 y los llevará adelante la empresa constructora de Luis Falcone, adjudicataria de la licitación. Entre otras responsabilidades, bajo su supervisión se encomendaron los herrajes de lujo y los artefactos de luz, el reloj de la torre con cinco campanas y el carillón con 30 campanas.





El frente del palacio legislativo, sobre la Av. Julio A. Roca, presenta algunos detalles especiales, como la Puerta principal que se encuentra en la esquina formada por esa avenida y la calle Perú. Cada hoja, ambas de madera labrada, tiene un aldabón central en bronce forjado con forma de cabeza de león. El frente del edificio tiene columnatas estilo Corintios y balcones a la altura del piso principal con balaustrada de época. Sobre los arcos se pueden apreciar mascarones griegos. El antiguo escudo Municipal, realizado en bronce, se destaca sobre un amplio ventanal.





Rodeando todo el edificio y ubicadas en el último piso se encuentran 26 esculturas realizadas por artistas de la época que recrean ciertos modelos clásicos franceses.
La escalera de honor, se encuentra frente a la entrada principal por la Diagonal Julio A. Roca, en su primer descanso la escalinata se bifurca para llegar en dos ramas al piso principal, donde forma una rotonda señorial. Esta escalera está coronada por una cúpula de Vitreaux que representa al sol, corrediza en forma manual o eléctrica, permitiendo así ver el cielo descubierto.





Una belleza aquitectónica que merece ser visitada.

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