miércoles, 3 de junio de 2009
- BELGRANO -
MANUEL BELGRANO
ANIVERSARIO DE SU NATALICIO
Un 3 de junio en el año 1770, en la ciudad de Buenos Aires, nace Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. Hijo de una familia acaudalada, su padre era comerciante, estudia en Salamanca y en Valladolid, España. Secretario perpetuo del Real Consulado de Buenos Aires. Periodista, creador del "Correo de Comercio". Participa en la defensa contra las Invasiones Inglesas en 1806 y 1807.
Fue secretario de la Primera Junta de gobierno, en 1810, y luego jefe de la expedición al Paraguay, en la cual fracasa. En 1812 crea la bandera argentina y la enarbola por primera vez. Suplantado por San martín en el Ejercito del Norte, parte a Londres en misión diplomática, juntamente con Bernardino Rivadavia. Finalmente en 1816 vuelve a comandar el Ejército del Norte.
Belgrano residió ocho años en España, donde pudo imponerse de las nuevas ideas. En 1724, Ustariz publica su Teoría y práctica de comercio y marina, donde manifiesta que la grandeza de los pueblos reside en el comercio, sin perjuicio de la liberación de gravámenes y del fomento de la industria. Ulloa está de acuerdo en que España se ocupe en este aspecto de sus colonias americanas, poblándolas, repartiendo sus tierras, fomentando sus cultivos y tomando decisiones necesarias para su desarrollo.
En los mismos pensamientos están orientados los trabajos de Martínez de Matta, Moncada, Osorio, con especial referencia a Campomanes y Jovellanos, sin olvidarnos de Cabarrús y Olavide, refiriéndonos a escritores españoles. Todos ellos, reciben inspiración en las ideas de Quesnay, Dupont de Nemours, Turgot, Gournay y, por último, de Adam Smith.
Se considera por entonces como primera fuente de riqueza la tierra. Es preciso trabajarla, o sea explotarla, aumentando su productividad, dándola en propiedad a quienes se dediquen a tales tareas. Entre los españoles, Jovellanos fue el más capacitado, cuyo "Informe sobre la ley agraria" constituyó su más importante contribución. Por entonces decía: enseñanza primaria aun para labradores, técnicas en el laboreo, enajenación de baldíos por venta o enfiteusis, etcétera. "La riqueza nace de la cultura, luego, las naciones más instruidas, y por consiguiente ricas, gozarán de los beneficios de la paz."
Pero la riqueza intelectual de Belgrano se formó en importantes pensadores como Rousseau, Condillac, Locke, Genovesi, Turgot, D'Alembert y otros, cuyas ideas luego se vieron reflejadas en sus escritos en el Consulado y en sus artículos en el "Correo de Comercio". Fue Belgrano el iniciador de los estudios económicos en el Río de la Plata y además un publicista de variada y profunda cultura que imprimió fundamentos a la emancipación.
Fue además un divulgador consciente y sistemático de la filosofía económica y política del siglo XVIII. En sus Memorias, escritos, notas o artículos periodísticos, se aprecia sus ideas económicas y filosóficas frente a los criterios que por entonces regían provenientes de las viejas teorías económicas, en momentos de profundas transformaciones en la Europa de su época y que más tarde América también emprendería.
Su pensamiento responden al mercantilismo de Genovesi y Galiano, a la fisiocracia de Quesnay, al liberalismo de Adam Smith, aplicando los principios de cada escuela o autor. Es pragmático, con un criterio flexible, aplicando las teorías o escuelas de los distintos autores de acuerdo con la materia por tratar, los momentos por encarar, los dineros disponibles y el medio en que debía operar, en la defensa de lo inherente a una libertad económica orientada al bienestar de sus conciudadanos.
Hay que observar que era el secretario del Consulado, un cuerpo colegiado y, por lo tanto, con gran habilidad tendía a lograr lo posible, considerando la época, las circunstancias y los intereses que se debatían y entrelazaban. Mas tarde con la revolución de mayo de 1810 podrá impulsar la obra de acuerdo a esas ideas formadas en "el espíritu de la época".
Es así como lo vemos sostener que la agricultura es la única industria considerada productiva, "constituyendo los fabricantes y los artesanos una clase estéril".
Por sus estudios, por su época y por sus ideas, Belgrano pertenecía a la filosofía social y económica del siglo XVIII, pudiendo considerárselo como racionalista moderado.
Lo demuestran sus ideas fisiócratas y las inspiradas en Smith, cuyo rigor individualista y liberal moderó con una postura ecléctica. No olvidó empero la enseñanza escolástica que recibió en sus primeros años de estudio en Buenos Aires, impartida por su maestro Chorroarín y completada después en Salamanca y Valladolid. En Condillac halla una intento de defensa respecto de la espiritualidad del alma, que Voltaire y otros materialistas negaban.
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