sábado, 24 de enero de 2009

- GIROLDO -




Oliverio Girondo


ESCRITOR PORTEÑO



Oliverio Girondo nació el 17 de agosto de 1891 en Buenos Aires en el seno de una familia adinerada, lo que le permitió desde niño viajar a Europa, gracias a esto estudió en París y en Inglaterra. Escribió y publicó desde muy joven.





Participó en revistas que señalaron la llegada del ultraísmo, la primera vanguardia que se desarrolló en Argentina, con las revistas "Proa", "Prisma" y "Martín Fierro", en las que también escribieron Jorge Luis Borges, Raúl González Tuñón, Macedonio Fernández y Leopoldo Marechal, la mayoría de ellos del Grupo de Florida que en contraposición al Grupo de Boedo se caracterizaba por su estilo elitista y vanguardista.





Girondo fue uno de los animadores principales de ese movimiento. Y ejerció influencia sobre poetas de las generaciones posteriores, entre ellos el surrealista Enrique Molina, con quien tradujo "Una temporada en el infierno", de Arthur Rimbaud.
Sus primeros poemas, llenos de color e ironía, superan el simple apunte pintoresco y constituyen una exaltación del cosmopolitismo y de la nueva vida urbana e intentan una crítica de costumbres.





En 1926, en un almuerzo organizado en honor a Ricardo Güiraldes, conoció a Norah Lange, poetisa con la cual se casó en 1943 y con quien emprendería innumerables viajes.
Desde 1934 mantuvo una importante amistad con Pablo Neruda y Federico García Lorca, quienes por esa época se hallaban en Buenos Aires. A partir de 1950 comenzó también a pintar con una orientación surrealista, aunque nunca expuso sus cuadros.





Su último libro, "En la masmédula" (1957), es un desesperado intento de expresión absoluta. Enrique Molina señaló: "Hasta la estructura misma del lenguaje sufre el impacto de la energía poética desencadenada en este libro único. Al punto que las palabras mismas dejan de separarse individualmente para fundirse en grupos, en otras unidades más complejas, especie de superpalabras con significaciones múltiples y polivalentes, que proceden tanto de su sentido semántico como de las asociaciones fonéticas". Algunos críticos relacionaron este último gesto vanguardista de Girondo con un libro igualmente desesperado, constructor y destructor del sentido: "Trilce", del peruano César Vallejo.





En 1961 sufrió un accidente muy grave que lo dejó imposibilitado físicamente.
Murió el 24 de enero de 1967.





Alguna obras

Veinte poemas para leer en el tranvía (1922)
• Calcomanías (1925)
• Espantapájaros (1932)
• Interlunio (relato, 1937)
• Persuasión de los días (1942)
• Campo nuestro (1946)
• En la masmédula (1953)

viernes, 23 de enero de 2009

- EL SALVADOR -




Dalí o el eterno sonido de la máquina registradora

Se cumplen hoy 20 años de la muerte del genio de Figueres, uno de los creadores más discutidos y rentables de la Historia del Arte

ÁNGELES GARCÍA - El País - España



No hay duda alguna de que el poso del tiempo ya le ha consagrado como una figura clave de la historia del arte del siglo XX. También como un precursor de la autopropaganda y como un genio incomparable de la mercadotecnia. Después de que los expertos hayan separado el grano de la paja, las dudas han dejado de empañar un talento que no siempre estuvo bien rodeado: el de Salvador Dalí, de cuya muerte se cumplen hoy 20 años.





Equiparado por muchos a lo que Elvis representó en el ámbito de la música, Dalí puede ser visto como un rockero en el mundo del arte, pero también como una inacabable máquina de fabricar dinero. No por casualidad, veinte años después de su muerte el genio del pintor de Figueras brilla con más esplendor que nunca: la marca Dalí generó el pasado año 14 millones de euros en concepto de derechos de autor, según asegura Joan Manuel Sevillano, gerente de la Fundación Gala-Dalí, el organismo ideado hace 25 años por el propio artista para preservar su obra.





El hecho de seguir siendo una imparable máquina registradora a prueba de crisis y un verdadero mercado ambulante dos décadas después de muerto no merma el reconocimiento de su genio como icono del surrealismo. Aunque para Sevillano el dinero no es tan importante como el hecho de que el nombre de Dalí ya no está equiparado al adjetivo de Cantamañanas que muchos le adjudicaron. Cada vez se le discute menos en su estricta dimensión artística... y cada vez genera más beneficios.





Sevillano recuerda que cuando Dalí decidió crear la Fundación, lo que quiso fue convertir su ciudad natal, Figueres, en el centro del mundo. Y a él, por supuesto, en el personaje principal de ese mundo.

Las reediciones que en torno al personaje y a su obra llegan ahora al mercado parecen olvidar las oscuras nubes que rodeaban al artista hace un par de décadas: su complicidad en la falsificación de su obra seriada (litografías, esculturas...), las leyendas según las cuales el artista pasó secuestrado los últimos años de su vida; su simpatía con la dictadura franquista... Lo cierto es que pocos se acuerdan de esos nubarrones y que Dalí es, a día de hoy, un nombre indiscutible en el panorama mundial del mercado del arte.





Su peculiar universo y mundo de símbolos son un negocio en ascenso si tenemos en cuenta el número de visitantes a los museos regentados por la Fundación: el teatro-museo Dalí de Figueras, la casa-museo Gala Dalí de Púbol y la casa-museo de Port Lligat. En total, casi tres millones de personas desfilaron por los tres escenarios a lo largo del pasado año. En la fundación aseguran que los visitantes proceden de todo el mundo y que muchos de ellos entran con la actitud de quien tiene la suerte de husmear en el templo del dios Dalí.





La actividad de la Fundación para limpiar la obra de Dalí se ha centrado en promover exposiciones de tesis sobre la obra del artista y en facilitar la reedición de su obra fundamental. Y, sobre todo, no han parado de actuar en contra de las incesantes actividades que contaminan la imagen del artista.





El gerente de la Fundación asegura no poder precisar el número de pleitos que han desarrollado para retirar del mercado iniciativas que a veces entran en el campo de lo delictivo. "Hemos tenido y tenemos pleitos en España, Estados Unidos y Japón, entre otros países. Te encuentras con todo tipo de disparates. Desde chocolatinas comercializadas bajo el nombre de Dalí hasta subastas de obra procedente de colecciones vendidas por personajes "íntimos del pintor". [Ayer mismo, la Policía informó de la intervención de 81 piezas que iban a ser vendidas en el hotel Kempinski de Estepona (Málaga) con supuestos certificados de autenticidad. Fue detenido un ciudadano francés como supuesto responsable, informa Fernando Pérez].





El gerente de la fundación añade que la defensa de la marca Dalí y el control de los derechos que genera la obra sigue siendo una lucha en muchos frentes porque a medida que se va depurando la imagen del artista aumentan las posibilidades del negocio.

Pero la verdad es que el propio interesado tuvo mucho que ver en su día con este incesante circo.





Hay unos años, vinculados a la estancia del artista en Estados Unidos, durante los que se multiplica su obra y, por tanto las dudas. En la Fundación creen que el mercado se ha conseguido tranquilizar, aunque todavía hay sorpresas. "Es una marca que levanta pasiones y que, en origen, estaba contaminada por el propio Dalí", reconoce Sevillano, "pero frenamos lo que podemos para beneficio de todos. Tenemos inspectores en todo el mundo. Estados Unidos y Japón son países que nos han dado muchos quebraderos de cabeza".





De todas formas, recuerda Sevillano que todos los grandes artistas han tenido problemas con las falsificaciones, aunque no jugaran con su firma como hizo el propio Dalí o su entorno. Y en la Fundación tienen claro que el negocio sólo debe enriqueder al propio Dalí. Con los beneficios obtenidos el pasado año la Fundación adquirió más de 300 obras del artista, entre óleos, esculturas y obra gráfica. Todo ello podrá verse a lo largo del año en los museos de Figueres.

jueves, 22 de enero de 2009

- COMUNICACION -




QUE ES Y COMO SE APLICA


UNA TECNICA Ó CIENCIA MUY EN VOGA


Finalidad de la comunicación institucional



En las primeras etapas de la era industrial, la única comunicación pública utilizada por las organizaciones empresariales fue la publicidad de sus productos. Pero en nuestros días, sobre todo desde hace un par de décadas, la comunicación corporativa se ha convertido en una parte importante de la estrategia empresarial.





Las instituciones sin ánimo de lucro han seguido parecidos pasos, en cuanto han incorporado a su hacer los modos de comunicación puestos en servicio por las empresas comerciales. Al igual que en los ámbitos del negocio, el arma de la comunicación estratégica se conviene en una de las más utilizadas por la dirección de las instituciones no comerciales.





Tal como ya se ha dicho, las organizaciones tienen muchos tipos de público y compromisos diferentes, en función de la finalidad de las mismas. El peso de la opinión pública es demasiado importante para ellas, de forma que ningún sector de la actividad humana se halla hoy al abrigo de asuntos por los que no se interese dicha opinión. Los problemas de la comunicación corporativa son cada día más complejos, pues éstos se relacionan con la problemática de los públicos a los que tal comunicación se dirige.





En principio, se encuentran los receptores comprendidos por el llamado gran público o público en general, considerado como target, con independencia de su condición de ser o no consumidor de los productos o servicios ofrecidos por el comunicante; los poderes públicos en sus distintos ámbitos territoriales; las asociaciones y organizaciones de consumidores; las asociaciones locales; los proveedores; los accionistas e inversores, y por último, el personal de la empresa.





Como sabemos, hacerse estimar por este variado público, expresar los valores positivos que guían el comportamiento de las organizaciones y dotarse de una fuerte identidad ton una verdadera apuesta para las mismas. Porque para ellas todo el esfuerzo comunicativo va encaminado a consolidar su imagen. Pero ésta debe inscribirse fundamentalmente en lo real de su manera de obrar, sin llegar a contradicciones entre lo realizado y lo predicado. De nada sirve lo gastado en comunicación corporativa si la organización es recusada por un hecho que puede acaparar la atención durante varios minutos en un programa de noticias.





La comunicación corporativa, a veces llamada comunicación institucional, puede ser definida de manera esquemática como una forma de comunicación, en la que una organización habla de sí misma dirigiéndose a los públicos en los que tiene intereses relacionados con su actividad, buscando en ellos el conocimiento y la creación de actitudes favorables a la misma.





La estrategia de comunicación en una organización, aparte del acierto en la elección del «qué decir», facilita con su presencia latente en cualquiera de los mensajes de la organización, que los mismos sean coherentes, aunque hayan sido creados para finalidades diversas, en función de los públicos a los que se destinan. Coherencia también entre los distintos contenidos o temas de los mensajes. Coherencia entre los tratamientos de los mensajes para proyectos diferentes. Coherencia para la planificación de los medios de difusión.





Este tipo de comunicación tiene como objetivo principal conseguir notoriedad, es decir, que la organización sea conocida e identificada por aquellos públicos con los que se relaciona. Al mismo tiempo, busca que tal conocimiento sea valorado de forma positiva por esos mismos públicos. De modo que el propósito de la comunicación corporativa no es otro que lograr cotas estimables de notoriedad, así como de imagen positiva. En síntesis, se trata de que una organización sea conocida y consiga una buena reputación".





Y ahí el protocolo juega un papel fundamental dando esa notoriedad e imagen positiva a la empresa ante sus públicos.

Para que haya comunicación debe existir dos actores: un emisor y un relector. La cosa pasa por que “recibe” el segundo. Lo importante es la percepción!

martes, 20 de enero de 2009

- LIBROS -





Frases y citas célebres

sobre "Libros"




Una casa sin libros es
una casa sin dignidad.
Edmondo de Amicis

Si tienes una biblioteca
con jardín,
lo tienes todo.
Cicerón

El libro que no se dirija
a la mayoría (en número
e inteligencia)
es un libro tonto.
Charles Baudelaire

Los libros son como los amigos,
no siempre es el mejor
el que más nos gusta.
Jacinto Benavente

Un libro, como un viaje,
comienza con inquietud
y se termina con melancolía.
José Vasconcelos

Los que escriben con claridad
tienen lectores;
los que escriben oscuramente
tienen comentaristas.
Albert Camus

El mundo está lleno de
libros preciosos, que nadie lee.
Umberto Eco

Ningún libro, como
ninguna buena casa,
muestra todo su mérito
desde el principio.
Thomas Carlyle

La obra clásica es un libro
que todo el mundo admira,
pero que nadie lee.
Ernest Hemingway

Los libros tienen su orgullo:
cuando se prestan,
no regresan nunca.
Theodor Fontane

No hay mejor fragata que
un libro para llevarnos
a tierras lejanas.
Emily Dickinson

El buen lector es el
que hace el libro bueno.
Ralph W. Emerson

El libro que no soporta
dos lecturas no merece ninguna.
José Luis Martín Descalzo

La verdadera universidad
en nuestros días consiste
en una colección de libros.
Thomas Carlyle

He buscado por todas partes
el sosiego y no lo he encontrado
sino en un rincón apartado,
con un libro en las manos.
Tomás Kempis

He hecho un curso de
lectura veloz y he leido
Guerra y paz en veinte minutos.
Habla de Rusia.
Woody Allen

Algunos libros son inmerecidamente
olvidados; ninguno es
inmerecidamente recordado.
Wystan H. Auden

Un buen libro es aquel que
se abre con expectativas
y se cierra con provecho.
Aimos Alcott

- OTRO MORENO -





PERITO MORENO


VISIONARIO ARGENTINO





Francisco P. Moreno es más conocido como Perito Moreno, científico naturalista argentino, explorador de la Patagonia. Nació el 31 de mayo de 1852 en la ciudad de Buenos Aires. Su padre había permanecido exiliado en Uruguay durante el régimen del político y militar argentino Juan Manuel Rosas, en tanto que su madre era hija de uno de los oficiales británicos que habían participado en la invasión de 1807 (en el contexto de las invasiones inglesas al Río de la Plata) y que, tras haber sido hecho prisionero, fijó su residencia en el país sudamericano.





Su temprano interés por los libros de viajes se acrecentó tras conocer a Germán Burmeister, director del Museo de Buenos Aires, con quien estableció una gran amistad. Antes de que cumpliera los 20 años ya era dueño de una amplia colección de fósiles y objetos diversos relacionados con los estudios antropológicos y mineralógicos; esta colección no hizo sino ampliarse con el paso del tiempo. Así, en 1871, Moreno logró recoger en las proximidades de la laguna Vitel (en el noreste de la provincia de Buenos Aires) varios ejemplares fósiles de gran valor.





Un año después, en 1872, tuvo lugar un acontecimiento importante en su vida: un amigo le envió desde Carmen de Patagones algunos de los restos antropológicos descubiertos en el valle del río Negro. Fascinado por las muestras recibidas, decidió centrar su actividad investigadora en la exploración de la región patagónica, hasta ese momento prácticamente fuera del control del gobierno argentino.





Durante 1872 y 1873 realizó exploraciones por el territorio de la actual provincia de Río Negro, adentrándose por áreas bajo dominio indígena. En 1875 descubrió el lago Nahuel Huapí. Al año siguiente, luego de recorrer el valle del río Chubut, remontó junto con Carlos M. Moyano el río Santa Cruz hasta alcanzar el lago al que llamó Argentino. En 1879 exploró Río Negro en su práctica totalidad y el sector de la cordillera andina correspondiente a Chubut, Río Negro y Neuquén.





Tras un paréntesis de más de una década, en 1896 recorrió el sector patagónico argentino correspondiente a las estribaciones cordilleranas hasta alcanzar el lago Buenos Aires, en Santa Cruz. Dos años después remontó de nuevo el río Santa Cruz y siguió hacia el norte a través de las faldas de la cordillera, desde donde accedió al Nahuel Huapí, a caballo, entre territorio rionegrino y neuquino.





El 20 de enero de 1876, el perito Francisco P. Moreno llega al lago Nahuel Huapi (en Neuquén, en el límite con Río Negro) y hace flamear allí el pabellón argentino.

Gracias a su actividad exploratoria, Moreno fue designado para dirigir la comisión argentina encargada de dirimir los litigios limítrofes con Chile. Además, con los restos arqueológicos hallados durante todos esos años pudo crear varias colecciones que, tras exponer en un museo de su propiedad, donó al gobierno de la provincia de Buenos Aires. Esas colecciones fueron la base del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, que el propio Moreno dirigió durante muchos años.





Moreno fue, asimismo, diputado nacional y vicepresidente del Consejo Nacional de Educación, cargo desde el que impulsó numerosas reformas educativas e iniciativas de carácter cívico. A todo ello hay que agregar su actividad como divulgador de la Patagonia a través de un buen número de escritos: "Apuntes sobre las tierras patagónicas" (1878), "Viaje a la Patagonia austral 1876-1877" (1879), "Viaje a la Patagonia septentrional" (1882), "Resto de un antiguo continente hoy sumergido" (1882), "El origen del hombre suramericano" (1882), "Por un ideal. Ojeada retrospectiva de 25 años" (Museo de La Plata, 1893).





Falleció el 22 de noviembre de 1919. Sus restos fueron trasladados en 1944 a la isla Centinela, en lago Nahuel Huapí.

domingo, 18 de enero de 2009

- MITRE -




Bartolomé Mitre


Un eminente hombre público


Soldado, político, periodista







Mitre acometió en su vida diferentes tareas, con convicción y afán de bien público. Periodista, militar, historiador, legislador, gobernante, diplomático, traductor del Dante, alguna vez prefirió presentarse sencillamente como "Bartolomé Mitre, tipógrafo". Fue al ir a votar en la parroquia de la Merced, estando privado de su jerarquía militar por haber encabezado la revolución de 1874, clamando por la pureza del sufragio.





Nació en Buenos Aires el 26 de junio de 1821. Pasó años de infancia en Carmen de Patagones. Muy joven se inclinó a las letras y publicó sus primeras poesías en un diario de Montevideo. En esa ciudad se casó en 1841 con Delfina de Vedia, con quien tendría seis hijos. En el exilio vivió en Uruguay, Bolivia, Perú, Chile, amplió su visión, se formó como militar, estudió las lenguas aborígenes, ejerció el periodismo.









En 1852 mandó una división de artillería en la batalla de Caseros, que logró la caída de Rosas. Luego comandó las huestes porteñas contra Urquiza, que fueron derrotadas en Cepeda (1859) y triunfaron en Pavón, en 1861. Gobernador de Buenos Aires, en 1862 fue elegido presidente de la Nación unida. Para la Corte Suprema buscó hombres que fueran un contralor imparcial de los otros poderes y "viniendo de la oposición, dieran a los conciudadanos la mayor seguridad de la amplia protección de sus derechos". Organizó el Estado, que recibió con arcas vacías, impulsó los ferrocarriles, creó el Colegio Nacional de Buenos Aires y otros similares en las provincias. Encabezó en el terreno el ejército de la Triple Alianza en la guerra contra el Paraguay.





Concluida la presidencia, fue senador. "Hijo del trabajo, cuelgo por ahora la espada, que no necesita mi patria, y empuño el componedor de Franklin", dijo en una carta a fines de 1869, al anunciar el advenimiento de LA NACION. Y a su amigo Wenceslao Paunero le escribió: "Me hago decididamente impresor. Haré un remate de mis muebles de lujo y parte de mis libros, con algunos cuadros y curiosidades que pesan en el bagaje de un trabajador, y con esto pagaré mis acciones en la empresa y me quedaré a flote. [...] Sé que voy a emprender otra jornada más larga y fatigosa. Pero soy hijo del trabajo y cifro en ello mi orgullo".





Desde el diario La Nación, así como también lo hizo en la función pública, Mitre dejó su impronta en los debates de las grandes cuestiones del país. Y no cejó en su tarea intelectual, su vocación de ilustración que se evidencia en su enorme biblioteca de libros fichados, leídos y anotados; su investigación metódica, que dio a luz obras como las historias de San Martín y de Belgrano.





Murió en su casa, en la calle San Martín, desde la cual se iba caminando solo a la Casa de Gobierno cuando, entre 1862 y 1868, ejercía la presidencia de la Nación.
Ocurrió un 19 de enero de 1906.
Allí, en su hogar, se imprimió LA NACION desde cuatro meses después de su fundación, en 1870, hasta 1885, cuando levantó al lado un edificio propio para el diario, al que pasaba cada día por una pequeña puerta, que aún hoy se conserva.





En su última semana, el presidente de la Nación Manuel Quintana, con sus ministros, lo visitó diariamente. Dos días antes de morir, le dio la extremaunción el presbítero Antonio Rasore, párroco de la Merced, la parroquia donde había apadrinado, ante la pila bautismal, a nietos y bisnietos.





Pocos años antes, en 1901, el prestigio que en su ancianidad gozaba Mitre en la sociedad argentina se había evidenciado en la celebración de su 80° cumpleaños, que fue calificada de jubileo. El gobierno declaró feriado ese día, la ciudad estaba embanderada y el pueblo desfiló durante 16 horas ante su casa, donde el general, desde la azotea, pronunció una conmovida pieza oratoria.

sábado, 17 de enero de 2009

- RIVERO -





EDMUNDO RIVERO



Cantor y guitarrista



EL FEO QUE CANTABA LINDO




Leonel Edmundo Rivero representa un caso singular en la extensa galería de cantores de tango. El registro de bajo, que contenía su voz, era una verdadera rareza en el género y, a la vez, algo poco apreciado por la pléyade tanguera, acostumbrada a los barítonos y tenorinos. Sin embargo, la afinación y los coloridos matices de su fraseo, sumado todo ello a un sentimiento y estilo criollo con reminiscencias gardelianas, lo hicieron un favorito del público y, al mismo tiempo, el primer caso de una voz gruesa imponiéndose en un momento de extraordinarios vocalistas.
También fue importante su formación y desarrollo musical. No fue un improvisado y menos un intuitivo, fue un estudioso que se inició con la música clásica, con el rigor de las academias, la disciplina y el estudio.





Nació en el barrio bonaerense de Valentín Alsina, un 8 de junio de 1911.
Sus padres, Aníbal y Anselma, inculcaron a sus hijos, desde la cuna, el amor por la música. Se crió en el barrio porteño de Saavedra y pasó su adolescencia en Belgrano.
De muy joven comenzó el estudio de canto en el conservatorio nacional y más tarde el de guitarra.

La primera presentación la realizó a dúo con su hermana Eva en Radio Cultura. En esta misma emisora fue contratado para formar parte del conjunto que acompañaba a las ocasionales figuras que hacían su presentación en ella. Asimismo, mostró sus dotes de guitarrista tocando en presentaciones teatrales un repertorio de música clásica española.





Su debut como cantor sucedió en forma imprevista, ya que tuvo que reemplazar al artista que debía actuar en Radio Splendid y al cual Rivero acompañaba.
La primera orquesta que contrató a "El Feo" fue la de José De Caro, lo cual le posibilitó acercarse a Julio De Caro, quien le propuso ser su cantor en los tradicionales carnavales del Teatro Pueyrredon de Flores. Mas tarde debutó en la orquesta de Emilio Orlando y, a comienzos de los cuarenta, lo hizo en la de Humberto Canaro.





En esta década ocurrieron, en la vida de nuestro querido artista, dos acontecimientos fundamentales, con dispares resultados. Hacia 1944 es convocado por el pianista Horacio Salgán para participar en su orquesta, en la que estuvo hasta 1947. De este periodo no quedaron registros, ya que los empresarios discográficos le dieron la espalda tanto a la avanzada concepción del tango de Salgán como al inusual registro vocal de Rivero. Ambos se dieron el gusto de grabar en las décadas siguientes, ya siendo artistas consagrados.





El segundo acontecimiento es el que lo lanza definitivamente a la fama, cuando es convocado por Aníbal Troilo para formar parte de su gran orquesta, en reemplazo de Alberto Marino. En los tres años que participó Rivero en la orquesta de Pichuco dejó más de una veintena de grabaciones, en algunas de las cuales canto a dúo con Floreal Ruiz y con Aldo Calderón. En esta etapa el gran cantor paso a ser sinónimo de tangos como "El último organito", "La viajera perdida", "Yo te bendigo", pero fundamentalmente del tango de Homero Manzi y Aníbal Troilo "Sur".





En el año 1950 comienza su etapa como solista, siendo acompañado por un conjunto de guitarras que estaba integrado por Armando Pagés, Rosendo Pesoa, Adolfo Carné, Achával y Milton, en otras ocasiones fue acompañado por la orquesta de Victor Buchino.

En la dilatada carrera artística de Edmundo Rivero no faltó su participación en varias películas, entre las que se destacan: "El cielo en las manos" (1949), en la cual interpreta el tango homónimo de Homero Cárpena y Astor Piazzolla, acompañado por la orquesta de este último. El film "Al compás de tu mentira" (1951), donde canta "No te engañes corazón" de Rodolfo Sciamarella, acompañado por guitarras. Después "La diosa impura", en el que interpreta "Sin palabras" de Enrique Santos Discépolo y Mariano Mores, y participa en la famosa película "Pelota de cuero", de Armando Bo, entre otras.





Hacia 1965, fue elegido para interpretar las poesías de Jorge Luis Borges, musicalizadas por Astor Piazzola y llevadas al disco titulado "El tango". En el mismo participaba el actor Luis Medina Castro recitando obras del poeta. Este espectáculo fue presentado en teatros de todo el país y del Uruguay.

A fines de la década del 60, lo acompañó el conjunto de guitarras dirigido por Roberto Grela y que estaba integrado por Rafael Del Pino, Héctor Davis, Héctor Barceló, Rubén Morán y Domingo Laine. De esta sociedad quedaron inolvidables registros discográficos, como por ejemplo "Packard", "Falsía", "Poema número cero" y "Atenti pebeta", verdaderas joyas del género.

Incursionó en el arte de la escritura por medio de dos libros: "Una luz de almacén" y "Las voces, Gardel y el tango". Hubo un tercer libro que quedó trunco por la desaparición física de nuestro artista, el cual presentaba un profundo estudio sobre el lenguaje y la poesía lunfarda.





Fue compositor y autor de varios temas, y algunos tangos al modo reo y lunfardo. "No mi amor", "Malón de ausencia", "A Buenos Aires", "Falsía", "Quién sino tu", "Arigato Japón" y "El jubilado". Compuso también: "Pelota de cuero" (con Héctor Marcó), "Biaba" (Celedonio Flores), "La señora del chalet", "Poema número cero" y "Las diez de últimoa (los tres con Luis Alposta), "Calle Cabildo" (Dionisio De Biase y César Bo), "Acuérdate" (José María Contursi), "Todavía no" (Eugenio Majul), "Aguja brava" (Eduardo Giorlandini), "Amablemente" (Iván Diez), "Coplas del Viejo Almacén" (Horacio Ferrer), "Milonga del consorcio" (con Arturo de la Torre y Jorge Serrano)y "P'al nene" y "Bronca" (con Mario Battistella), entre otras.
En el año 1969, se da el gusto de inaugurar su propia casa de tango: "El Viejo Almacén". Por ella desfilaron innumerables figuras nacionales e internacionales y ocurrieron interesantes episodios como escuchar a Rivero acompañado por la orquesta de Osvaldo Pugliese, o una noche cualquiera ver entre los concurrentes a Joan Manuel Serrat, gran admirador del cantor.





El 18 de enero de 1986, luego de permanecer internado desde diciembre, por un problema cardíaco fallece en Buenos Aires a los 74 años de edad.
Fue un cantor distinto, genial, adornado por una personalidad afable y señorial que lo hizo querido por todo el ambiente artístico y, lo que es más importante, por un público que lo recuerda y lo admira en cada uno de sus registros.