sábado, 11 de julio de 2009

- TROILO -




ANIBAL TROILO



DIA NACIONAL DEL BANDONEON



ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO




Nació en la ciudad de Buenos Aires, casualmente en la misma manzana donde nacieron el pianista de jazz Enrique Mono Villegas (1913-1986) y el pianista de folclore Adolfo Ábalos (1914-2008).





Sus padres se llamaban Felisa Bagnolo y Aníbal Carmelo Troilo. Su padre le pondría el seudónimo de Pichuco. En el litoral argentino, pichuco significa ‘negrito’, según algunos como diminutivo híbrido de pichú, que algunos autores alegan incorrectamente que proviene del idioma guaraní (aunque en guaraní «negro» se dice cambá). Quizá tenga que ver con el guaraní pichĩ, ‘pequeño’. Otra teoría quiere que provenga de pichuquear (verbo españolizado del sustantivo quechua pichusca, ‘desprendimiento de las flores inútiles del algarrobo en noviembre’ (principio del verano boreal).








Durante su niñez, Troilo escuchaba tocar el bandoneón en los bares de su barrio. A los 10 años convenció a su madre para que le comprara su primer bandoneón. Felisa lo compró a 140 pesos de entonces, a pagar en 14 cuotas de 10 pesos; pero luego de la cuarta cuota el vendedor desapareció y nunca reclamó el resto.





Un año después, en 1925 (cuando contaba con 11 años de edad) Pichuco realizó su primera actuación, en un bar pegado al Mercado de Abasto (el mercado central de frutas y verduras de Buenos Aires). Más tarde integró una orquesta de señoritas. A los 14 años ya había formado un quinteto.





En diciembre de 1930 fue contratado para formar parte del famoso sexteto del violinista Elvino Vardaro, el pianista Osvaldo Pugliese y Alfredo Gobbi (hijo) (quien era apenas el segundo violín del conjunto, pero más tarde se haría célebre como director de orquesta). Allí tuvo como compañero a Ciriaco Ortiz, de quien Troilo más adelante se consideraría deudor. Ese sexteto no realizó ninguna grabación discográfica.
Troilo pasó por numerosas orquestas, entre otras, las de Juan Pacho Maglio, Julio de Caro, Juan D'Arienzo, Ángel D'Agostino y Juan Carlos Cobián.





Con su orquesta (cuyos integrantes fueron variando muchísimo) trabajó casi ininterrumpidamente, tanto en presentaciones en vivo como en grabaciones, hasta el año de su muerte, 1971. Desde 1953 hasta mediados de los años 60, Troilo mantuvo durante un tiempo una actividad musical paralela a la de su orquesta en dúo junto al guitarrista Roberto Grela, que después se convirtió en el Cuarteto Troilo-Grela.





En 1968, ya distanciado de Grela, formó su propio cuarteto. Además de esto, Troilo grabó dos temas (El motivo y Volver) a dúo de bandoneones junto a Ástor Piazzolla.
En 1938 se casó por civil con la griega Ida Zita Calachi. Cuando su madre Felisa murió, como homenaje la pareja se casó por iglesia.





La muerte de su mejor amigo, el poeta Homero Manzi (1907-1951), le produjo una profunda depresión que duró más de un año. En su memoria compuso el tango Responso. En 1971 Troilo inauguró la plaza Homero Manzi (en conmemoración de los veinte años del fallecimiento del poeta).





Además de ser un gran artista, Troilo fue alcohólico y adicto a la cocaína (droga más común de lo que podría pensarse en las primeras épocas del tango).
En la primera formación de la Orquesta Típica de Aníbal Troilo participaron Orlando Goñi, Enrique Kicho Díaz, Roberto Gianitelli, Juan Miguel Toto Rodríguez y el cantor Francisco Fiorentino (entre otros), con la que debutó en la boite Marabú de Buenos Aires.





En las grabaciones de 1942, la orquesta comienza a tocar con arreglos escritos con mayor detalle (lo que permite algunas sofisticaciones). Por esta época, Troilo comienza a delegar la responsabilidad de escribir arreglos en otros músicos, como Ástor Piazzolla (que integró su orquesta entre 1939 y 1944), entre otros. De él son los arreglos de Inspiración (1943) y Chiqué (1944). Aun después que dejó la orquesta, Piazzolla siguió arreglando ocasionalmente para la orquesta de Troilo.





A partir de entonces, la música de su orquesta cambiará enormemente según el arreglista, aunque siempre conservando la gran precisión expresiva que la caracterizó desde sus comienzos. En esta época, pues, la orquesta de Troilo se integra a un fenómeno de división del trabajo musical entre directores y arregladores/orquestadores, que ya existía desde antes, del que participan -por ejemplo- las orquestas de Francisco Canaro, Juan D'Arienzo, Osvaldo Fresedo e incluso la de Osvaldo Pugliese. También hubo y siguió habiendo numerosísimos directores de orquesta e intérpretes que crearon sus propios arreglos, como Julio De Caro, Ástor Piazzolla, Julián Plaza y Horacio Salgán.





De esta primera época son todas sus grabaciones junto al cantante Francisco Fiorentino, y algunas de las grabaciones con Alberto Marino.
Este proceso decantó alrededor de 1960, cuando nos encontramos con una orquesta en la que participan el pianista Osvaldo Berlinghieri y los bandonenonistas Ernesto Baffa y más adelante Raúl Garello, que se desempeñaron también como arreglistas. Por esta época Troilo comienza a tocar arreglos de Julián Plaza (de temas cantados, como Te llaman malevo, registrado en 1957 con Ángel Cárdenas, e instrumentales, algunos del propio Plaza, como Danzarín). En este momento el sonido de la orquesta de Troilo ya ha cambiado definitivamente. En este período cantan con Troilo Roberto Rufino, Roberto Goyeneche, Elba Berón, Tito Reyes y Nelly Vázquez.





A partir de los años cincuenta y con mayor énfasis a partir de la segunda mitad de los sesenta, Troilo fue cediendo el primer bandoneón a otros ejecutantes, primero en los temas cantados, luego también en algunos instrumentales, dedicándose exclusivamente a dirigir la orquesta y no a tocar. Lo cual marca el ingreso de la orquesta de Troilo a otra división del trabajo musical, ahora entre ejecutante y director, de la cual participaron las ya mencionadas orquestas de Francisco Canaro y Juan D'Arienzo; la diferencia es que, en el caso de Troilo, no se trata de una incapacidad para ejecutar su instrumento (cosa que siguió haciendo en algunos solos instrumentales, o incluso durante temas enteros).





Desde la década de 1960 hasta sus últimas actuaciones (ya sin Baffa y Berlinghieri, que habían formado su propia orquesta), el sonido de la orquesta no cambió mayormente, anclándose en un estilo basado en efectos orquestales que suenan más o menos modernos pero nunca excesivamente complejos. Durante esta época fue arreglador Raúl Garello (como en casi todos los temas del disco que Troilo graba junto a Goyeneche en 1971).





Con el paso del tiempo, la parte instrumental fue siendo cada vez más breve (las canciones comerciales suelen durar entre tres y cinco minutos; a medida que el tempo del tango fue haciéndose cada vez más lento, la parte instrumental se fue recortando en beneficio de la cantada); a partir de los años cincuenta ya se cantan las dos estrofas (cuando el tango las tiene), y eventualmente se vuelven más breves las introducciones o los intermedios instrumentales. Esto rige para la mayoría de los temas cantados, pero hay numerosas excepciones.





Habitualmente, la orquesta trabajaba simultáneamente con dos cantantes; eventualmente hay temas cantados a dúo, como el de la milonga El desafío (cantada por Fiorentino y Marino), o Coplas (cantada por Goyeneche y Elba Berón). Habitualmente los temas cantados no son tangos, sino otros géneros (valses, milongas), ya que el tango suele tener letras que expresan sentimientos individuales.
En 1968, Troilo grabó once tangos y una milonga para la discográfica Víctor, con su nuevo Cuarteto Aníbal Troilo.





Más adelante, en las presentaciones del cuarteto, Berlinghieri sería sustituido por el pianista José Colángelo, que también tocó en los últimos años con la orquesta de Troilo. Este nuevo cuarteto también acompañaría cantantes, pero no en el disco.
Llama la atención la diferencia entre este cuarteto y el formado junto a Grela. Compárense las versiones de La tablada y de La trampera ejecutadas por los dos cuartetos. Ya se trata de música más «orquestal» y menos íntima (según De Lío), con arreglos escritos con un sentido orquestal (la versión de Milonguero triste del cuarteto, por ejemplo, tiene mucho en común con la de la orquesta), y con la incorporación del piano y la guitarra eléctrica.





El disco contiene seis temas del propio Troilo (algunos de los cuales eran originalmente cantados, como Toda mi vida, o La última curda) y cinco versiones instrumentales de tangos clásicos. Además cuenta con un tema original, creado para ese disco, Nocturno a mi barrio, con un curioso texto de Troilo recitado por él mismo.

• Toda mi vida (4 de marzo de 1941)
• Con toda la voz que tengo (milonga, 16 de abril de 1941)
• Total pa’ qué sirvo (1941)
• Barrio de tango (1942)
• Pa’ que bailen los muchachos (1942)
• Acordándome de vos (1942)
• Valsecito amigo (1942)





• Garúa (1943)
• Naipe (1944)
• Garras (1945)
• María (1945)
• Tres y dos (14 de mayo de 1946)
• Con mi perro (milonga, 1946)
• Mi tango triste (1946)
• Romance de barrio (19 de agosto de 1947)
• Sur (23 de febrero de 1948)
• Che, bandoneón (1950)
• La trampera (milonga, 1951)
• Discepolín (1951)
• Responso (1951, dedicada a su mejor amigo, el poeta Homero Manzi, recién fallecido)





• A Pedro Maffia (con el cuarteto con el guitarrista Roberto Grela, 1953)
• Vuelve la serenata (1953) • Una canción (1953)
• Patio mío (1953)
• Milonga del mayoral (1953)
• La cantina (1954)
• A la guardia nueva (1955)
• La última curda (letra: Cátulo Castillo, 1956)
• Te llaman Malevo (1957)
• A Homero (1961)
• ¿Y a mí qué? (1962)
• Desencuentro (1962)
• Coplas (1962)
• Yo soy del treinta (1964)
• Milonguero triste (1965)
• Dale tango (1966)





• Nocturno a mi barrio (acompañado con bandoneón solo, 1969)
• Milonga de La Parda (1969)
• El último farol (1969)
• Fechoría (milonga, 1970)
• Una canción (1971)
• La patraña (1972)
• Tu penúltimo tango (1975)

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