lunes, 11 de enero de 2010
- TATO -
Tato Bores
Aniversario de su fallecimiento
Renovó el lenguaje del humor político. Durante más de treinta años, azuzó la conciencia de los argentinos con su dura crítica al poder y nuestro modo de ser.
Mauricio Rajmín Borezstein nació el 27 de abril en un inquilinato de la calle Tucumán y Carlos Pellegrini.
Desde chico tuvo que salir a trabajar para ayudar en su casa. No había cumplido diez años y ya estaba abriendo las puertas de los coches en la entrada del Teatro Cervantes. Pese a todo pudo terminar la escuela primaria, pero no la secundaria.
Su primera pasión fue la música, por eso comenzó como “plomo” de las orquestas de René Cóspito y Luis Rolero. Corría el año 1943. Estas agrupaciones amenizaban el programa de Pepe Iglesias “El Zorro”, en Radio Splendid, y ese fue su primer contacto con el humor.
En 1946 integró el elenco de “La escuela humorística”, donde dio vida al “alumno Igor”. Ya temprano lo complicaría la censura: el ministro de Educación lo prohíbe porque, dada su repercusión, todos los chicos lo imitaban en la escuela.
Más allá de la radio, también trabaja en teatro. Se inicia con Fanny Navarro en el Teatro Maipo y durante nueve años consecutivos integra los elencos. Tampoco le es ajeno el cine.
En 1947 se inicia en el cine, participa de “La caraba”, protagonizada por Olinda Bozán y Francisco Álvarez, con dirección de Julio Saraceni. A partir de ese momento su presencia en el cine es permanente. Como actor de reparto o protagonista participó en numerosas películas.
En 1954 se casa con Berta Szpindler –a la que nunca dejaría de nombrar en sus programas–, con quien tuvo tres hijos: Alejandro, Sebastián y Marina. Poco después, en 1957, se inicia en la televisión en Caras y Caretas –Canal 7–, aunque su humor aún no tomaba como eje la política.
En esos días, el señor indiscutible de la sátira política era Pepe Iglesias que tras la caída del peronismo volvía al teatro. Él fue quien marco, en cierta manera, la senda que luego seguiría Bores. En 1963 reflexionaba: “El monólogo tiene una clave: es una especie de reportaje político; yo leo los titulares de los diarios y cuento las noticias en el escenario agregándole un comentario jocoso. Pero siempre hay que actualizar la información: un chiste político del jueves no hace reír el viernes".
Su carrera como humorista político comienza en 1958, cuando se presenta en el programa vestido con frac, habano, lentes y peluca “por si le ofrecían algún ministerio”. Había nacido “Tato Bores”, el personaje de los monólogos vertiginosos.
Fue el inicio de un clásico de la televisión argentina que se prolongó durante más de treinta años (ver cronología). Por supuesta, años interrumpidos por la censura ejercida, primero por el Onganiato, luego por López Rega y, por último, por Ménem.
Tato Bores renovó absolutamente el lenguaje del humor político. Asistido por los mejores guionistas de cada época, transformó el estilo de los monólogos de Pepe Arias en un torrente frenético y surrealista de escenas imaginarias (y no tanto) entre los personajes del momento.
Justamente, esta forma de recitarlos, a una velocidad increíble, hablaba mucho más de la realidad política del momento que el contenido mismo. La función que el periódico tenía en el humor de Pepe Arias, en Tato lo ocupó el teléfono, uno de los elementos emblemáticos de su personaje.
En los ciclos de Tato, si bien los monólogos eran el eje del programa tienen una importancia innegable su galería de personajes que complementaban y escenificaban sus monólogos. Cómo olvidar a Ricuti, brutísimo, contrafigura de Tato, luego utilizado en las campañas de Terrabusi para su producto “Angelito Negro” y popularizado en todas las escuelas con la frase ‘Ricuti, chiva, chiva...’. O la genial inclusión de Federico Peralta Ramos –el Duchamp argentino– que recitaba sus poesías o letras de rock ante la mirada atónita de Tato.
Ya en los ’80 –con esa renovación absoluta dirigida por sus hijos, productores del programa–, llegaron los patines, la lluvia de papelitos, los teléfonos cada vez más estrambóticos y personajes como los encarnados por Roberto Carnaghi –un funcionario corruptísimo que ilustraba perfectamente la ética gubernamental de aquellos días (por este personaje, Carnaghi ganó el Martín Fierro al mejor actor de reparto)–; o por Grabiela Acher –una mujer embarazada durante años, ya que su hijo no quiere nacer en un país como Argentina (por este personaje gana el premio Martín Fierro como actriz de comedia en TV).
De esta época también son inolvidables, el plato de fideos sobre el final de programa, con que convidaba a sus entrevistados y el champagne con el que brindaba. La escena, en sí, un comentario sobre la “pizza con champagne” del menemismo. Mención aparte merece uno de sus personajes, el arqueólogo Helmut Strasse, investigador de una nación extinguida e incomprensible: la Argentina.
Más allá de la genialidad de la ficción, este personaje quedó en la memoria porque provocó la censura de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría. La respuesta del mundo del espectáculo fue inmediata y la censura fue levantada.
Tato Bores, a través del humor, dijo lo que nadie podía o quería decir. La sagacidad de sus comentarios, la crítica sutil que gambeteaba la censura cautivó a los televidentes. Por eso, su desaparición fue sentida y su pérdida fue irreparable. Quien alguna vez se autoproclamó “el actor cómico de la Nación” dejó un vacío imposible de llenar.
Ciclos televisivos: 1957-1960 “Tato y sus monólogos” –Canal 7, libreto de Landrú–, 1961-1963 “Tato, siempre en domingo” –Canal 9, César Bruto–, 1964-1970 “Tato, siempre en domingo” (Canal 11, César Bruto), 1971-1972 “Por siempre Tato” –Canal 11, Jordán de la Cazuela–, 1973 “Dígale sí a Tato” –Canal 13, Jordán de la Cazuela–, 1974 “Déle crédito a Tato” –Canal 13, Aldo Cammarota–, 1978 “Especial de El Mundo del Espectáculo” –Canal 13, Aldo Cammarota–, 1979 “Tato vs. Tato” –Canal 13, Aldo Cammarota y Juan Carlos Mesa–, 1981 “Tato por ciento” –Canal 13, Aldo Cammarota y Juan Carlos Mesa– y 1983 “Extra Tato” –Canal 13, Blotta (h), Abrevaya, Guinzburg, Basurto, Jaunarena y Geno Díaz–, 1984
“Tato, qué bien se TV” –Canal 13, Geno Díaz–, 1985 “Tatus” –Canal 13, Geno Díaz–, 1988 “Tato Diet” –Canal 2, Santiago Varela–, 1989 “Tato al borde de un ataque de nervios” –Canal 13, Santiago Varela–, 1990 “Tato en busca de la vereda del sol” –Canal 13, Santiago Varela–, 1991 “Tato, la leyenda continúa” –Canal 13, Santiago Varela–, 1992 “Tato de América” –Canal 13, Santiago Varela–, 1993 “Good show” –Telefé, Santiago Varela– y 1999 “La Argentina de Tato” –Canal 13, ciclo especial post-morten–.
Filmografía: Un pecado por mes (1949), La comedia inmortal (1951), Camino al crimen (1951), Esta es mi vida (1952), Mala gente (1952), Por cuatro días locos (1953), Casada y señorita (1954), Vida nocturna (1955), Vacaciones en la Argentina (1960), El asalto (1960), Propiedad (1962), El televisor (1962), Viaje de una noche de verano (1965), Disputas en la cama (1972), Departamento compartido (1980) (Tato y El Negro) y Amante para dos (1981).
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