jueves, 11 de septiembre de 2008

- FOTOGALERIA -





'Tierras extrañas' de Axel Hütte


UN IMPORTANTE FOTOGRAFO ALEMAN

DE PASEO POR TIERRAS AMERICANAS



El fotógrafo alemán Axel Hütte sabe que tiene que disparar su cámara cuando el paisaje que ve le irrita, le provoca alucinaciones en la pugna de sus límites por fugarse y es al atraparlos cuando se convierten en Tierras Extrañas.





Hütte (Essen, 1951), uno más de los discípulos de Bernd y Hilla Becher y uno de los más cotizados del mundo, ha explicado en declaraciones a Efe poco antes de presentar la muestra que se exhibe hasta el 9 de noviembre en la Fundación Telefónica que "lo más interesante" para él es lo que no se fotografía nunca, porque es ahí donde puede apreciarse una realidad distinta, alucinate.





"No me interesan los lugares en los que se han hecho cientos de miles de fotografías. Quiero atrapar la realidad que hay entre líneas, la que nunca ha sido capturada, ser yo el que atrape su primer momento como imagen", apunta el artista, que es capaz de recorrer miles de kilómetros en pos de sus paisajes imposibles. Para Tierras Extrañas, 35 fotografías de gran formato en color realizadas en su mayor parte entre 2007 y 2008, ha viajado a España -La Palma, Lanzarote, Gran Canaria, La Gomera y Aranjuez-, a México, Nuevo México, Venezuela y Ecuador.





Ha ido a todos los lugares que quería excepto a Perú, a donde viajará el año que viene para dedicarle una serie. "En muchas de las fotografías de la exposición -revela Hütte- puede apreciarse cómo la realidad se aproxima, cómo la atmósfera sugiere otras cosas distintas de las que se ven y que provoca extrañeza, una suerte de emoción".





Se aprecia con claridad que ha fotografiado en la naturaleza "lo que no se ha captado nunca, lo impreciso", asegura Hütte. Porque quiere que cada espectador de sus fotografías saque sus propias conclusiones y que bucee en su universo cultural para dotarlas de significado, el alemán no ha querido hacer, tras inauguarla, la tradicional visita guiada por la exposición.





Hütte, ha explicado proponer una "primera mirada, un primer momento de extrañeza al acercarse a la naturaleza", a un paisaje que se revela al espectador por primera vez. Sus paisajes plomizos, cuidadosamente vaciados de otra presencia que no sea la de los contornos difusos de la naturaleza, tienen su contrapunto en esta ocasión en las asombrosas fotografías que hizo en un incendio de Nuevo México, en Sandia Mountains, en 2008.





Su obra, según él mismo recalca, huye de lo abstracto aunque lo roce y no es ni un testimonio documental ni una obra acabada sino la exploración de lo imposible, por eso, confiesa, es capaz de estar varios días contemplando el reflejo de un árbol en el agua o la forma en la que ésta hace ondas. Solo cuando está seguro de que está viendo lo que nunca antes ha visto, que ha observado el suficiente tiempo, y siente el arrebato "al estilo de los románticos pero en su sentido oscuro y sublime, el que revela que se aproxima la alucinación" dispara su cámara.





Hütte es miembro de una generación de artistas, formada en las aulas de la Kunstakademie de Dusseldorf, bajo la tutela de Hilla y Bernd Becher, durante la década de los 70, y ha expuesto, entre otros museos, en el Reina Sofía y el Guggenheim de Nueva York.

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