lunes, 5 de abril de 2010

- GUASTAVINO -






Carlos Guastavino



Aniversario de su natalicio






"Compongo música porque lo amo, amo melodía, amo cantar. Y he averiguado con placer que hay un público fuera allí muy interesado en mi música siempre que la publique. ¡Eso es fantástico! Me niego a sólo componer música pensada para ser descubierta y entendida por generaciones futuras". Carlos Guastavino.





Nacido un 5 de abril de 1912 en Santa provincia de Fe, Carlos Guastavino es quizás el más grande exponente de nacionalismo Romántico Argentino. Su estilo musical, firmemente arraigado al siglo XIX, ha permanecido completamente apartado del entorno musical moderno de Argentina, su aislamiento estilístico será prontamente evidente comparando los trabajos de Guastavino a aquellos de Alberto Ginastera (1916-1983), casi su contemporáneo exacto.





De hecho, el aislamiento de Guastavino de los movimientos modernos y vanguardistas de su país, y su éxito al crear una música nacional atractiva que utiliza un idioma romántico, lo transformó en un modelo para la generación del `60, de autores de música popular argentina que a menudo aplicaron las innovaciones de Guastavino a su propia música.





Guastavino estudió música en Santa Fe con Esperanza Lothringer y Dominga Iaffei, y en Buenos Aires con Athos Palma. Pianista talentoso, realizó sus obras para piano en Londres, en 1947, 1948, y 1949, invitados por el BBC, y como un destinatario de una beca del Concilio británico. Durante estos años, la orquesta sinfónica de la BBC realizó la versión orquestal de sus Tres Romances de Argentinos, bajo la batuta de Walter Goehs. Después, en 1956, Guastavino recorrió la URSS y China; allí realiza sus piezas para la voz y piano.





El estilo de Carlos Guastavino muestra una clara afinidad a las ideas de los compositores nacionalistas del siglo XIX, como: Alberto Williams, Francisco Hargreaves, Eduardo García Mansilla y Julián Aguirre. La afinidad con la manera delicada e íntima de Aguirre es especialmente evidente. Así, el espíritu popular de las melodías folklóricas originales y ritmos siempre permanece intacto y fresco, incluso en los momentos de mayor complejidad rítmica, armónica o elaboración contrapuntual.





" En un medio de desorientación y rumbos perdidos, de búsquedas desesperadas, entre tanto talento simulado, entre tanto improvisado innovador, entre tanta pretendida incomprensión, se oye en el ambiente musical argentino una voz serena e imperturbable y un canto purísimo: es la inspiración de Carlos Guastavino que permanece fiel a la música en su emotividad y lirismo y que para emocionar no necesita despliegues espectaculares o deformaciones patológicas sino una simple y clara melodía siempre inconmovible y presente en el tiempo.





Este es el milagro del músico sincero, cuya autenticidad ha hecho que sus más pequeñas obras tengan futuro. Hace ya veinticinco años se oyeron por primera vez "Pueblito mi pueblo". . .", "Se equivocó la paloma", La rosa y el sauce", "Bailecito" y tantas, tantas otras obras más que no pasaron con la moda del momento sino, al llevar en sí la voz interior de este músico sensible a su medio y capaz de expresarlo, han quedado permanentes y formarán parte de las buenas cosas que produce el espíritu de nuestro país."


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