domingo, 29 de noviembre de 2009

- KUBRICK -





Stanley Kubrick



Un genio multifacético
del cine




Nació en El Bronx, en la ciudad de Nueva York el 26 de julio de 1928. Su familia tenía antecedentes rumanos y húngaros. Desde temprana edad desarrollo una gran pasión por el jazz, el ajedrez y la fotografía. Su sueño era ser batería en un grupo de jazz y llegó a jugar al ajedrez por dinero en los clubs de Marshal y Manhattan y en el parque de Washington Square en Greenwich Village. Pese a su patente inteligencia, sus notas eran bastante malas.





Estudió en la escuela secundaria William Taft. Su padre le regaló una cámara fotográfica y comenzó a maravillarse al descubrir los secretos del encuadre. Participó en el periódico escolar, el Taft Review y consiguió vender algunas de sus fotografías a la revista Look. Sus bajas notas y la preferencia de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial no le permitieron entrar en la universidad tras graduarse en la escuela secundaria en 1946 con un 67 de nota.





A 17 años de edad entró a trabajar para la revista Look como fotógrafo. Llegó a conseguir gran prestigio y ser de los mejor pagados. Una de sus fotos, un vendedor de periódicos entristecido por la muerte del presidente Rooselvet y rodeado de los diarios que anunciaban el suceso fue portada y le dio fama mundial en abril de 1945. Trabajó allí durante varios años y viajó por toda América.





Aquellos viajes potenciaron su afán de conocimiento y acabó asistiendo de oyente a la Universidad de Columbia, supervisando las clases que daban Lionel Trilling, Mark Van Doren, y Moses Hadas. No se perdía ninguna película de las proyectadas en el Museo de Arte Moderno (MOMA).





De allí obtuvo gran parte de las referencias que usó para sus películas, basándose sobre todo en las malas, de las que decía que él podía hacerlo mejor. Uno de los directores que más le impresionó por sus movimientos de cámara y laberínticos decorados fue Max Ophüls, alemán exiliado en Francia.





Una conversación con un antiguo compañero de estudios que trabajaba para el noticiario The Mach of Time le enfiló hacia el cine. Este le comentó que un corto salía por unos 40.000 dólares. Kubrick estimó que podía hacerlo por 1.500 si se encargaba de todos los procesos técnicos y se lanzó a ello. En 1951 rueda su primer cortometraje, Days of the Fight, que narra la vida de un boxeador en un día. El costó final fue de 3.900, pero consiguió vendérselo a la RKO por 4.000.





Así logró que se exhibiera públicamente, lo que le llenó de satisfacción. Seguidamente rueda Flying Padre. Con el dinero que tiene ahorrado, más un préstamo de diez mil dólares rueda un film independiente, Fear and Desire (1953), en el que sigue firmando todos los apartados técnicos: director de fotografía, montaje, guión, producción y realización. Del mismo modo realiza El beso del asesino (1955), una película de tema policiaco. Posteriormente llegó a renegar de esta etapa, siendo muy difícil poder verse hoy en día estos filmes.





Su siguiente trabajo fue una incursión en el cine negro, adaptando una novela de Lionel White, Clean Break, producido por la United Artist: Atraco perfecto (1956) que consiguió atraer las miradas de Hollywood por su peculiar manera de tratar un género tan trabajado. La historia recurría a varios flash back para contar el atraco a un hipódromo.





En 1957 dirigió a Kirk Douglas en Senderos de gloria, un duro alegato pacifista. El actor quiso cobrar un alto sueldo, un tercio del presupuesto, lo que obligó a que la película fuera rodada en Alemania para abaratar costos. Esta película enseñó a Kubrick las ventajas de rodar lejos de Hollywood. En la parte negativa surgieron problemas con la censura en países como España, Francia o Bélgica.





Uno de sus grandes errores, del que se lamentaría en el futuro fue volver a dirigir a Douglas en Espartaco (1960). El actor era a la vez productor y le pidió a Kubrick que rodara la película como favor personal tras despedir a Anthony Mann, que había iniciado el proyecto. Kubrick no estaba de acuerdo con el enfoque que Dalton Trumbo le había dado al guión, consideraba el argumento pobre y no le gustaba el aspecto de superproducción del sistema de estudios que tenía la película.





Además acabó teniendo problemas con la censura: Trumbo estaba en las listas negras de la censura americana y Douglas lo camufló con un pseudónimo y escenas como la protagonizada por Tony Curtis y Laurence Oliver debieron ser eliminadas del montaje final.





Pese a todo la película tuvo gran éxito, sin embargo Kubrick, desencantado con Hollywood, decidió irse a Gran Bretaña, donde se establecería definitivamente y haría todas sus restantes películas, aunque con capital americano. Entre las razones de irse están su patológico miedo a volar o el odio a las grandes aglomeraciones de gente de Los Ángeles. Sin embargo siguió siendo un gran consumidor de cultura americana. Incluso en sus últimos años algunas de sus series favoritas seguían siendo americanas: Seinfield, Roseanne, Los Simpson. Para su siguiente película eligió a una joven que había visto en la televisión americana, Sue Lyon, en El Show de Loretta Young.





La primera película británica de Kubrick fue muy especial: Lolita (1962). Era una adaptación de la famosa novela de Vladimir Nabokov, de alto contenido erótico. Consiguió rodarla en Gran Bretaña gracias a que la Metro-Goldwyn-Mayer tenía unos fondos inmovilizados en este país y además así consiguieron disminuir la presión de los sectores más conservadores de los Estados Unidos. Fue cuidadosamente montada para pasar la censura, pero aún así tuvo problemas con la Legión Católica de Decencia entre otros.





Teléfono Rojo: ¿Volamos hacia Moscú?(1964) fue un gran riesgo para Kubrick, puesto que el tema nuclear nunca había sido tratado antes en clave de humor. Se rodó en los estudios Shepperton, en Inglaterra debido a probelmas legales de Peter Sellers a causa de su divorcio y cimentó el futuro establecimiento del director en este país.





Por aquella época Kubrick empezó ya a ser catalogado de genio y obtuvo excelentes críticas por parte de crítica y público, gracias a lo que consiguió mucha más libertad financiera y artística para embarcarse en cualquier proyecto deseado. Así entró en contacto con el escritor de ciencia-ficción Arthur C. Clarke, al que le propuso adaptar una historia corta suya titulada El Centinela. Trabajando conjuntamente escribieron a la vez el guión para la película y la novela.





Así nació 2001: una odisea del espacio (1968) que se convirtió en objeto de culto y punto de inflexión para el género de la ciencia-ficción. El escritor, retirado a Sri Lanka acabó cansado del talento extravagante del director y no estuvo de acuerdo con el resultado final. Se documentó para recrear un futuro verosímil contactando con la NASA y con los fabricantes informáticos y tecnológicos más importante.





Entre ellos IBM, que le asesoró para la creación de un ordenador que controlara toda una nave, el ya mítico HAL9000. El fabricante informático acabó por desvincularse del proyecto porque un ordenador que fuera el malo de la película le podía suponer publicidad negativa, por ello Kubrick bautizó a su máquina avanzando en el abecedario una letra e IBM se convirtió en HAL.





Su siguiente película fue muy controvertida, debido a su violencia y contenido sexual. Una vez más era la adaptación de una novela: La naranja mecánica(1971). Usó las últimas tendencias en música, con los novedosos sintetizadores, y en arte y arquitectura, con obras de arte moderno y pop art.





En 1975, Barry Lyndon(1975), protagonizada por Ryan O'Neal y Marisa Berenson fue su incursión en el cine de época. Se inspiró en cuadros del siglo XVIII para su ambientación y dispuso de la última tecnología existente en el ámbito de la fotografía para conseguir dar a la película el realismo deseado.





Sus obras se iban espaciando cada vez más y hasta cinco años después no estrenó su siguiente película, El resplandor (1980) una historia de terror, protagonizada convincentemente por Jack Nicholson. De esta película Kubrick permitió realizar un documental, dirigido por su propia hija. Es algo curioso ya que había llegado a despedir a gente por sacar fotos en el set de rodaje. Trabajó con un operador de cámara llamado Garrett Brown y su invento, la Steadycam, una cámara superestable que estaba aún sin patentar.





Siete años se hubo de esperar para ver su siguiente obra, La chaqueta metálica (1987), en la que se critica la anulación de la personalidad de los soldados en el ejército y lo absurdo de la guerra. Fue rodada en Inglaterra y se llevaron multitud de elementos de todas partes del mundo, incluyendo palmeras españolas.





Eyes Wide Shut(1999), fue su obra póstuma, un estudio sobre la pareja y el sexo, protagonizada por Nicole Kidman y Tom Cruise, unidos sentimentalmente por entonces y buenos amigos del director, que los explotó hasta extremos inverosímiles, como hacerles rodar decenas de veces una misma escena o llamarles meses después de acabar el rodaje para repetir tomas.





Kubrick estuvo casado tres veces: la primera con Tobe Metz a los dieciocho años, con la bailarina Ruth Sobotka y, por último, con Christiane Herlan. El director poseía el título de piloto aficionado pero, paradójicamente, tenía un miedo patológico a volar y a la velocidad.





Murió el 7 de marzo de 1999 en Hertforshire, Inglaterra, con su última película terminada de rodar y prácticamente también de montar: “Ojos bien cerrados”.


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