jueves, 17 de marzo de 2011

- GRANADEROS -





NUESTROS GRANADEROS




El 16 de marzo de 1812 se crea el Regimiento de Granaderos a Caballo. El Gobierno Superior Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el Triunvirato, nombra conjuntamente Teniente Coronel de Caballería y Comandante del Escuadrón de Granaderos a Caballo a José de San Martín, quien se encarga de organizar y dirigir esta nueva fuerza armada.

Al arribar al suelo rioplatense, el entonces Teniente Coronel José de San Martín, motivado por la necesidad de crear una moderna organización militar de las Provincias Unidas del Río de la Plata, crea este nuevo Regimiento. Por aquellos años, las milicias rioplatenses estaban alzadas en armas contra el poder imperial de la metrópolis española. El plan de San Martín fue conformar un cuerpo de caballería idóneo y cualificado, compuesto por voluntarios rigurosamente seleccionados, cumpliendo parámetros de conducta y personalidad muy elevados.

El diseño original de los uniformes militares fue basado en el sistema militar sueco.
El objetivo que perseguía San Martín con la creación de este nuevo cuerpo de Caballería no era solo el de dotar a las incipientes milicias revolucionarias con una mayor cantidad de efectivos para poder contener los embates del ejercito real, sino que también, la constitución de una unidad militar ejemplar, dotada de las mejores personas para que se conviertan en soldados de bien con los que contara la patria nueva, y que sirviera de insignia y ejemplo dentro de las fuerzas armadas nacionales.

El nuevo regimiento buscaba funcionar como ejemplo de profesionalismo y perfeccionamiento para el resto de las fuerzas. Esta aspiración se correspondería con la visión que San Martín tenía sobre el futuro mediato de las fuerzas militares modernas, confiaba en una rigurosa disciplina militar, evocada no sólo en las maniobras y el entrenamiento, sino también en la esfera social del militar, que debía funcionar como figura ejemplar no sólo para sus camaradas de armas sino también para el resto de la sociedad. Así, quedarían delineados desde el nacimiento del ejército, los valores y fundamentos primarios que San Martín esperaba se convirtieran en los basamentos del accionar del Ejercito Argentino, la estricta disciplina y la conducta ejemplar.

San Martín dispuso el reclutamiento de los hombres más aptos y estipuló un estricto código de disciplina, que hasta el día de la fecha, bajo la denominación de "Código de honor sanmartiniano", rige el accionar diario de los Granaderos a Caballo.

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